Un día cualquiera, mi mujer me sorprendió con un acto de sublime generosidad. Una amiga suya de “religiosidad superlativa” le había recomendado una biografía sobre el Papa Francisco, “El Gran Reformador” (Austen Ivereigh). El “folleto” en cuestión contaba con más de 600 páginas y un tamaño minúsculo de letra. Ella, derrochando espíritu evangelizador, aseguró a la prescriptora: “este le va a encantar a mi marido» y me asignó la tarea de “trabajar” el libro. Obviamente me quería tener entretenido. Continuar leyendo «Descubriendo al Papa Francisco»