Libertarios y pin parental

La situación actual requiere que todos salgamos de nuestra zona de confort y nos opongamos a la estandarización social que el gobierno socialcomunista pretende, en torno a los postulados del nuevo orden.

Adoctrinar es “inculcar a alguien determinadas ideas o creencias” según contempla la RAE.

Adoctrinar no es malo en si mismo. Es normal que en una familia los hijos asimilen el “modus vivendi” que ven en sus mayores, en su entorno, en su ambiente. Continuar leyendo «Libertarios y pin parental»

MENAS al cuartel!!

Los menores no acompañados invaden España empujados por sus familias de origen. Rara vez proceden de países en conflicto y es otra forma de invasión silenciosa impulsada por motivos económicos. Sin haber terminado la escolaridad obligatoria no hacen esfuerzos por integrarse, lo que es fuente continua de problemas ante el choque de culturas.

Se estima que en España hay más de 12.000 MENAS (Menores No Acompañados), cifra que esconde un sinfín de problemas. Problemas de difícil solución mientras se aborden en clave electoralista y cegados por ese buenismo de salón del que hacen gala la progresía y ultraizquierda españolas. Continuar leyendo «MENAS al cuartel!!»

¿Eres liberal?

Cuando Burke dijo que «los hombres están cualificados para la libertad civil en exacta proporción a su disposición a poner cadenas morales a sus apetitos», debía ser consciente de la amenaza que el libertarianismo supondría para el liberalconservadurismo. Veamos sus diferencias.

Para contestarnos esta pregunta tenemos que ser conscientes de los distintos significados que damos a  esta palabra hoy. Por un lado, no es lo mismo ser liberal en lo económico que serlo en lo social. Por otro, si atendemos a las consecuencias de ciertos actos, la palabra liberal puede referirse a cosas bien distintas y de difícil solubilidad. Continuar leyendo «¿Eres liberal?»

Mentira y política

Decía Chesterton: «La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia. Esta es un nombre elegante para la ignorancia». No dejes que te manipulen. Contrasta la veracidad de los mensajes que te parezcan importantes. Hoy vivimos en un engaño constante.

Mentir es ir en contra de lo que sabemos cierto; decir o hacer algo con la intención de engañar, despistar, deformar, desvirtuar; exagerar un hecho para conseguir un efecto contrario a su naturaleza. Continuar leyendo «Mentira y política»

Poliamor. Otro ataque a la Familia.

El cambio conceptual que el nuevo orden mundial pretende en la sociedad no tiene límites. Continuamente «inventan» nuevas formas de «familia» y relaciones que van calando sin hacer ruido, y que transforman nuestro modo de vida de una manera radical.

Nunca perdemos la capacidad de sorprendernos. Cuando creemos que ya hemos visto la mayoría de las locuras accesibles al ser humano, comprobamos que éstas no tienen límite. Últimamente parece que se ha abierto la caja de pandora y que “los individuos e individuas” compiten por ver quienes serán capaces de decir la mayor barbaridad, de proponer la mayor necedad, de atacar de manera más efectiva el bastión de los valores, de dinamitar la estructura que sustenta el humanismo cristiano. Continuar leyendo «Poliamor. Otro ataque a la Familia.»

Aborto, ese punto discordante.

No todos las propuestas de los partidos de centroderecha son coincidentes. Es importante conocer las discrepancias y, en este caso, se incluye un audio del fundador de Ciudadanos con su opinión sobre las personas con Síndrome de Down.

Tras la constitución de lo que alguna ministra con escaso vocabulario llama “derecha trifálica” (en lugar de “derecha tricéfala”), se puede presentar un bloque que haga muro para detener al llamado Frente Popular.

Sin embargo, a pesar de las  coincidencias en temas tan importantes como la defensa de la unión de España (aunque alguno de los componentes de este bloque no mostró la firmeza exigida cuando tuvo oportunidad), la racionalización de la Educación, o cuestiones de índole económica, siguen existiendo temas en los que la discordancia es manifiesta. Continuar leyendo «Aborto, ese punto discordante.»

¿Hijos?¿Para qué?

Admiro tanto a esos matrimonios con dificultades para tener hijos y la dura batalla que libran para vencer esa dificultad, que cuando llego a una reunión donde matrimonios «jóvenes y económicamente holgados» sostienen que es mejor no tener hijos porque la vida es muy complicada y no se la quieren complicar más, se me cae el alma a los pies. ¿Están fallando los cursillos prematrimoniales?¿realmente saben los jóvenes (y no tan jóvenes) el significado de contraer matrimonio, las obligaciones y deberes que conlleva? Nunca es tarde si la dicha es buena y tras esta reflexión, ojalá algunos sientan la necesidad de saber más.

Hoy muchos padres jóvenes creen tener «derecho” a vivir un matrimonio cristiano de espaldas a la procreación. Viajar, desarrollarse profesionalmente, vivir sin apreturas…en definitiva, no comprometerse con un objetivo superior que exige un grado de compromiso y tolerancia al sacrificio que no casa con la actual sociedad de consumo. Continuar leyendo «¿Hijos?¿Para qué?»

La teoría del «mal menor»

Tradicionalmente, al no haber alternativas, nos hemos conformado con el voto útil y el mal menor. Al surgir alternativas, los partidos tradicionales ven peligrar su suelo electoral ya que aparece la posibilidad real de terminar con ese «mal menor», MAL al fin y al cabo.

Dicen que equivocarse es de sabios, pero esto no es así si a la equivocación no le sigue una rectificación. Fui defensor del llamado «mal menor», y la etapa política que nos ha hecho desembocar en la situación actual, me ha abierto los ojos sobre algunas cosas. Las consecuencias las estamos sufriendo…aunque probablemente era necesario para que despertáramos del sopor. Continuar leyendo «La teoría del «mal menor»»

Objetivo real del «matrimonio» homosexual.

Hoy no está de moda el matrimonio…al menos entre los heterosexuales. ¿Por qué casarse? ¿para qué? Pues depende para quien.

La unión de hombre y mujer conocida como “matrimonio” se fundamenta en un fin muy claro: Perpetuar la especie humana. Tiene un marcado carácter de interés social, que hace que el Estado establezca medidas para proteger esta institución. Continuar leyendo «Objetivo real del «matrimonio» homosexual.»

Eutanasia: ese fracaso social.

Un paso más en la cultura de la muerte. Disfrazado de compasión, este suicidio asistido supone otro paso
para eliminar a todo lo que no sea productivo para la sociedad. ¿Hasta donde llegará el vacío moral? Seguimos ahondando en nuestro fracaso como sociedad.

La única muerte digna es aquella en la que la persona no se denigra huyendo del dolor físico o mental. Lo digno es afrontar los problemas e intentar vencerlos. La rendición es cobardía, fracaso; la aceptación es valentía y generosidad.

Esto -desde el punto de vista cristiano- es duro, pero ofrece la oportunidad de prepararse para la muerte y obtener “réditos” ofreciendo la lucha para desagraviar.

¿Eutanasia o muerte digna?

Está “de moda” el debate sobre la eutanasia. En el afán del hombre por controlarlo todo empiezan a surgir “derechos” que nunca fueron tales, pero que la post-verdad presenta como normales aun cuando vayan contra la naturaleza humana (derecho al aborto, derecho a morir “dignamente”, a elegir nuestro “género”…)

Últimamente, el debate se centra en la potestad del hombre para decidir su momento de muerte. Como el suicidio, pero encubierto por la manipulación del lenguaje.

¿Eutanasia u Ortotanasia?

La eutanasia es la acción de provocar la muerte de una persona cuya enfermedad es incurable en esos momentos. La ortotanasia es permitir que la muerte ocurra de forma natural, sin emplear métodos extraordinarios y desproporcionados para mantener una vida llamada a extinguirse.

La muerte puede producirse por acción (realizando acciones que desembocan irremediablemente en la muerte, para evitar los dolores y sufrimientos que puede acarrear enfrentar la enfermedad) o por omisión (renunciando a intervenir en el proceso de la muerte, abandonando tratamientos)

La diferencia entre la eutanasia y la ortotanasia (“muerte digna”) es que la primera hace que la persona muera, con o sin su consentimiento, y la segunda es permitir que muera en su «tiempo cierto» (retirando el soporte artificial que la mantiene con vida), con su consentimiento o el de su familia si el enfermo no puede decidir.

Una decisión economicista

Me pregunto si la intención de legalizar la eutanasia de la mayoría de los partidos políticos españoles actuales, está basada en razones humanitarias o en razones puramente económicas. La tentación por rebajar el coste que supone para las arcas públicas mantener enfermos terminales, enfrentando enfermedades con largos y costosos tratamientos, es demasiado fuerte en esta sociedad de consumo, incrédula, pragmática y endiosada…en la que muchos renuncian a la lucha y tiran la toalla ante la falta de Esperanza.

Porque en esta sociedad materialista en la que se lucha por enterrar todo rastro de Trascedencia, la Esperanza es cada vez menor. El hombre por el hombre, esa es la consigna…y en este caso, el suicidio se  disfraza de compasión.

A este respecto os dejo un extracto de un testimonio que aparece en las reflexiones para cada día de José Pedro Manglano. Cuando leí esto me di cuenta que la vida no son solo nuestras sensaciones, sino que se llena con las sensaciones que provocamos en los demás.

“El otro día sostuve a una enferma de alzhéimer entre los brazos mientras la bañaban. Su escueto cuerpo casi se resbalaba en la bañera y vi a su esposo llorar por temor a perderla (…) ¿Y saben qué pensé? Pensé que su muerte sería un alivio, que me parecía un desatino la mente completamente perdida y el cuerpo desmadejado de mi amiga, un contradios.

Al día siguiente, en un golpe de lucidez, repasé estos pensamientos de la víspera. Y decidí pararme un momento a examinar por qué una cristiana practicante, bendecida por la vida y las circunstancias económicas, familiares y sociales, podía desearle la muerte a otra persona (…) Recordé su alegría con los colores del camisón. Ella no sufría, era feliz en su simpleza. Le recordé también a él, contento con la escena, satisfecho por conservarla a su lado, por ayudarla día a día, por mi amistad. Y caí en la cuenta de que en aquella escena solo yo puse muerte. Y no lo hice por el bien de la enferma, que disfrutaba; no lo hice por su familia, que la quiere, lo hice simple y llanamente por cobardía. Porque sufrí viéndola y no quería seguir sufriendo (…) La mentalidad dominante está al acecho para colarse en nuestra mente a la menor oportunidad. Para sembrarnos de duda y de miedo la cabeza e impedirnos ver la belleza, el bien, la positividad. Pido perdón por haber vacilado, por haber censurado la hermosura. Por haber creído en el mal.

Y concluyo:  si yo, que apenas veo la tele; que leo a los clásicos porque mi padre me enseñó; si soy católica porque la Iglesia me ha abrazado; que lo tengo todo, albergo alguna vez pensamientos de muerte ¿Cómo no los va a albergar el resto de mis contemporáneos, sometidos a un constante bombardeo de mentiras? ¿cómo no los van a albergar ciertos enfermos desalentados, tantas personas ideologizadas sin saberlo, tantas víctimas de la mentira? (…) Queda mucha hermosura por mostrar en un mundo tan débil y tan lleno de tristeza como estamos creando”

Impactante, nos lleva al núcleo de la cuestión: Falta Vida Interior.

Cuidados paliativos

Son cuidados paliativos los que se ofrecen al paciente para que tenga una mayor calidad de vida, dentro de los efectos de la enfermedad. Van desde la mitigación del dolor a luchar contra la depresión, pasando por solventar problemas prácticos (acceso a vivienda, asesoramiento sucesorio…) u ofrecer ayuda espiritual.

Aceptados por la Iglesia -incluido el abandono de tratamientos-  siempre que no supongan provocar la muerte, sino aceptar situaciones en la que no nos es posible impedirla.

Una frontera difusa

Es muy complicado distinguir cuando es moralmente aceptable abandonar un tratamiento y dejar morir a una persona. Para un cristiano, esto pasa por tener un asesoramiento espiritual con alguien que conozca la trazabilidad de la enfermedad, y tenga suficiente formación para poder discernir en estos complicados casos.

Desde luego es más fácil cuando las personas afectadas (pacientes, familiares, prescriptores, consejeros…) tienen claros los criterios de Esperanza y Trascendencia.

A partir de aquí, “más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena”…pero debemos tener cuidado, porque este tema es otro de los que componen el “cambio silencioso” en el que España está sumida desde la transición.