Hay muchas similitudes entre la retención de un votante y la retención de un cliente. El político, como el vendedor, tiene que decidir qué característica diferencial ofrece al votante para que se incline por su oferta.
A partir de ahí, tiene que procurar que el citado votante (cliente) esté mucho tiempo vinculado con su idea, pues solo logrando esto conseguirá maximizar la relación. Eso sí, esta deberá ser una en la que ganen ambos, de lo contrario estará condenada al fracaso más pronto que tarde. Continuar leyendo «¿Qué vale un voto cristiano?»