Mentira y política

Decía Chesterton: «La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia. Esta es un nombre elegante para la ignorancia». No dejes que te manipulen. Contrasta la veracidad de los mensajes que te parezcan importantes. Hoy vivimos en un engaño constante.

Mentir es ir en contra de lo que sabemos cierto; decir o hacer algo con la intención de engañar, despistar, deformar, desvirtuar; exagerar un hecho para conseguir un efecto contrario a su naturaleza.

Toda deformación de la verdad, las medias verdades, los sesgos al relatar hechos con dudosa intencionalidad, son mentiras y chocan frontalmente contra la virtud de la veracidad.

Cuestión de conciencia

La conciencia deformada es el último escalón de una sucesión de estados que tienen en común evitar la verdad y adaptarla a nuestros intereses. Así comenzamos por una conciencia conscientemente mansa que se va narcotizando con el relativismo y culmina en una conciencia inconscientemente deformada. A partir de ahí resulta muy difícil, cuando no imposible, encontrar la verdad.

Algo intrínsecamente malo como es la mentira, jamás podrá producir algo bueno. Esta es la principal razón que nos debe llevar a apartar de nosotros a cualquier persona que utilice la mentira como arma para conseguir sus intereses. Son personas tóxicas que no dudan en enterrar su honra y su credibilidad a cambio de conseguir sus propósitos.

“La mentira es una tacha infame del hombre” Eclesiastico 20,26

Para detectarlos hemos de analizar si existe coherencia entre lo que dicen, piensan y hacen. ¿Somos capaces de reconocer este tipo de personas en los distintos ámbitos (negocios, social, político…)? Si no es así debemos empezar a preocuparnos, pues nuestra conciencia nos puede estar jugando una mala pasada.

La mentira en política

La mentira afecta a quien la crea, al sujeto sobre el que se estructura y a los receptores de la misma. Cuanto mayor difusión consigue, mayor es la gravedad de la mentira…y qué mayor difusión que la que puede lograr un personaje público.

Hoy por hoy, los políticos saben que la mentira es un arma letal que puede favorecer sus intereses y destrozar los de sus oponentes.

Con los medios de comunicación y las redes sociales es fácil dar una imagen distorsionada de las propuestas ajenas, propagar bulos acusatorios o tergiversar propuestas para engañar al cándido elector que no se ocupa -ni preocupa- de  comprobar si son, o no, verdad.

El elector busca constantemente testimonios que apoyen su punto de vista sobre las distintas cuestiones. Esto convierte las campañas electorales en terreno abonado para que crezcan sin control mentiras de todo tipo, para que los mentirosos campen a sus anchas. Desgraciadamente el embustero ya es plenamente aceptado por las conciencias narcotizadas y aún demostrándose que falta a la verdad, no pierde el apoyo de estas.

La gran mentira

Centrándonos en los partidos actualmente en el gobierno, cuya pretendida superioridad moral los ha hecho incrustar la mentira en su ADN, podemos decir que ocultan la verdad como forma sublime de mentir.

En episodios tan graves como los que estamos viviendo a causa de la pandemia, es inadmisible ocultar la verdad como forma de evitar asumir responsabilidades. Si además intentan mutualizar esas responsabilidades con argucias y engaños para lavar su imagen, entramos ya en el terreno del engaño delictivo. Conciencias narcotizadas al servicio del poder.

Yo me pregunto, ¿cómo confiar el destino de nuestras ciudades y regiones, la educación de nuestros hijos, el futuro de nuestra Patria, a una horda de mentirosos? Aquel que miente en lo pequeño miente, seguro, en lo grande. O dicho de otra forma, «en la mesa y en el juego…”

Tendencia mundial

La pérdida de valores y la implantación de los contravalores ha llegado a tal extremo, que las naciones tienen divisiones especializadas en sus ejércitos, tanto para propagar y viralizar bulos desestabilizadores, como para defenderse de los levantados por el contrario (Ciberseguridad)…y las plataformas de redes sociales contratan dudosos verificadores que censuran la información que puede ir en contra de sus intereses particulares (Newtral, Maldita…)

“Ejércitos” de programadores informáticos preparan perfiles falsos, “trolls”, «bots» (cuentas automatizadas)…y utilizan las plataformas de internet (Facebook, Twitter, Instagram…) para “colocar” la mentira al mayor número de personas posible…y una mentira viaja seis veces más rápido que una verdad!!!

Preocupémonos, porque falsear la verdad es típico de Estados totalitarios y, falseando la verdad, los políticos asestan golpes de muerte a la democracia y despojan a los ciudadanos de la posibilidad elegir en base a unos criterios ciertos. En definitiva, los incluyen en el rebaño acrítico.

“Cuando los ciudadanos están bien informados se les puede confiar su propio gobierno” Thomas Jefferson

Verifiquemos aquellas informaciones que no nos cuadren.Si adoptamos una actitud indolente ante la mentira estamos renunciando a nuestra libertad y  esta es lo único que nos diferencia del Totalitarismo. ¿Harás algo al respecto o permitirás que te sigan manipulando?

Si lo crees interesante comparte en tus redes sociales. Es posible que podamos contribuir a despertar el gusto por la verdad a nuestro alrededor.

Os dejo un vídeo relacionado con el tema.

2 opiniones en “Mentira y política”

  1. Antón cuánta verdad, estamos gobernados por mentirosos, con tal de conseguir sus objetivos, les da igual mentir q apropiarse de lo q no les corresponde. Feministas q defienden lo q les beneficia, no a todas las mujeres, si estas son maltratadas por personas de otras religiones, con ésto se entiende. Cuando gente como los Menas nos agreden, a pesar de salir su manutención de nuestros bolsillos, la prensa se calla, sobre la todo la afin al poder. Cuando las ayudas sociales van encaminadas a personas q no han contribuido para nada, y dejan sin ayuda a personas o descendientes de personas q si contribuyeron, sin sobrar medios para ayudar a todos. Pequeña reflexión y la gente no lo ve, difícil situación tenemos. Esto se podía alargar con muchos más argumentos, pienso q con lo dicho sobra si tenemos intención de darle la vuelta a esta sinrazón.

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