Cristiada mexicana: ¿La última Cruzada?

Las Cruzadas no son cosa del pasado. Hoy más que nunca hacen falta Cruzados que defiendan el Reino de Dios en la tierra, y que no se sientan avergonzados por ello. Porque la Cruzada no ha de ser necesariamente violenta. ¿Te atreves?

La Constitución mexicana de 1917 fue el detonante de la ejemplar reacción del pueblo norteamericano ante la persecución estatal a sus creencias. El Estado exigía la educación laica en las escuelas, retiró derechos civiles básicos a los sacerdotes (derecho al voto, hablar de política, vestir hábitos…), abrió la puerta a “confiscar” los bienes de la Iglesia, prohibió las órdenes monásticas y prohibió el culto fuera de las iglesias.

Sentó las bases para que en 1926, Plutarco Elías Calles (precursor del actual PRI) promulgara la “Ley Calles”, enfatizando estas medidas anti-eclesiásticas. Determinaba el número de sacerdotes que podía tener cada templo (sacerdotes que tendrían que ser obligatoriamente mexicanos) y prohibía definitivamente a la Iglesia participar en actividades políticas o educativas. Borraba de un plumazo la libertad religiosa.

Guerra Cristera

Pero el pueblo mexicano no se resignó a que el gobierno atentara contra sus tradiciones y su Credo, y reaccionó a través de organizaciones de resistencia católicas.

Así, frente a la “Ley Calles”, los religiosos votaron en 1926 por la suspensión de todas las manifestaciones públicas de culto y dieron su apoyo a un boicot económico contra el gobierno. Pero los “católicos libertarios”, que antepusieron sus intereses económicos a la defensa de su religión y tradiciones, hicieron fracasar ese boicot a los pocos meses.

Tras agotar todas las posibilidades de arreglar el conflicto por vías pacíficas (recogidas de firmas para modificar la constitución) estalló la rebelión cristera. El Totalitarismo genera violencia cuando atenta contra el corazón de los pueblos, contenida al principio, explícita después.

Al grito de ¡Viva Cristo Rey! o ¡Viva la Virgen de Guadalupe!, los rebeldes (pueblo sin formación militar) empezaron a golpear objetivos gubernamentales.

 En las filas rebeldes no solo había cristianos, también campesinos que habían sido vilipendiados por las políticas agrarias gubernamentales y otros sectores contrarios al moderno, totalitario y revolucionario Plutarco Elías Calles. En este levantamiento jugó un papel crucial la mujer mexicana. Madres, esposas, hermanas y novias, alentaban con su fuerza y sacrificio a los rebeldes en su lucha.

Como en toda guerra se cometieron atrocidades en ambos bandos (rebeldes y gobierno federal), atrocidades que se hubieran evitado suavizando la actitud totalitaria de los sectores post-revolucionarios liberales frente a los sectores conservadores de la sociedad mexicana. Y es que es muy peligroso meterse con las tradiciones asentadas durante generaciones.

Decir que el Vaticano nunca aprobó de forma explícita este enfrentamiento armado que causó no menos de 200.000 muertes, sin bien es verdad que, de no haberse rebelado el pueblo, México podría ser hoy uno de tantos países vacíos de Espíritu y abandonado a las maquinaciones del Nuevo Orden Mundial. En cualquier caso, el 16 de octubre de 2016, el Papa Francisco Canonizó al niño José Sánchez del Río, “el niño cristero”, mártir de esta causa.

En 1929 la Iglesia Católica y el Estado mexicano llegaron a acuerdos para que no se aplicara de forma efectiva la “Ley Calles”, aunque seguía vigente, logrando así el final de 3 años de enfrentamientos armados a nivel global. La paz total tardaría en llegar porque “Los Arreglos” (como se denominaron los acuerdos de paz) no evitaron que se siguiera persiguiendo cruelmente a los cristianos. Hubo grupos que siguieron con acciones violentas al no considerar suficientes los acuerdos alcanzados, dando lugar a una segunda Cristiada.

Las últimas brasas que quedaban de este levantamiento se apagan en 1941, si bien quedan algunas organizaciones que tomaron nota de los ocurrido para evitar que vuelva a suceder.

Toda esta etapa de la historia mexicana ha sido hábilmente tapada por los sucesivos gobiernos. Una gesta histórica de la cristiandad que debe servir de ejemplo en estos tiempos de indolencia y relativismo.

¿Tuvo España su Guerra Cristera?

En España podemos considerar que también hubo guerras cristeras. La primera y más importante se denomina Reconquista y fue una lucha que no solo benefició a España, sino a toda Europa. Más recientemente tuvimos a los Requetés en 1936, últimos cruzados españoles. Cruzados cuya motivación para la lucha fue la restauración del culto católico en todos los lugares de nuestra vieja y católica España.

Hoy no debe haber lugar para enfrentamientos armados, pero sí para una resistencia civil plena y efectiva que ponga a Dios por encima del materialismo, al Espíritu por encima del pragmatismo, a las cosas de Dios por encima de las cosas mundanas.

Es lo que falta en las filas católicas españolas de hoy, impregnadas por el liberalismo masón que antepone las bajadas de impuestos a la lucha contra la Ideología de Género, o el servicio a las grandes multinacionales a la actitud socialcristiana que supone el Distributismo.

Afortunadamente, quedan lugares donde se forma a los modernos Cruzados civiles que tendrán la responsabilidad de vigorizar la ortodoxia de la Doctrina frente al relativismo ramplón de la sociedad moderna. Chavitos que aprenderán que lo sencillo, lo fácil, lo cómodo, a menudo supone caer en la involución, y que cargarán sus pilas para no sentir complejos cuando tengan que luchar por su Fe en cualquier lugar. Jóvenes sin miedo a nada ni a nadie que seguirán llenado sus pulmones para gritar con determinación:

¡¡¡Viva Cristo Rey!!

PD: Os dejo este vídeo de tres minutos con imágenes de la película “Cristiada” (A Greater Glory), con Andy García, Peter O´Toole, Eduardo Verástegui, Eva Longoria… ,y  que relata la Guerra Cristera, amenizado con la canción que cantan todos los chavales del ECyD (Encuentros,Convicciones y Decisiones), espacio lúdico formativo de Regnum Christi.

4 opiniones en “Cristiada mexicana: ¿La última Cruzada?”

  1. Tenemos que vivir en una permanente Cristiada, dar testimonio del Amor que es Jesucristo, defender nuestra fe. Gritemos al mundo! Viva Cristo Rey!

    1. Absolutamente de acuerdo. Solo así conseguiremos dar la vuelta a esto. Y nuestra primera batalla está en nuestro entorno más cercano, dando ejemplo para salir de la tibieza en la que nos sume el relativismo. Difícil pero no imposible. Gracias María del Socorro. Saludos.

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