En el paraíso del pensamiento único, existen solamente dos opciones para posicionarse:
- Pensar como estipula el nuevo orden mundial, absorbiendo ávidamente su propaganda.
- Ser librepensador, lo que te convierte, según este mismo NOM, en un radical.
No caben estados intermedios. O estás con los mesías del pensamiento único -adalides del nuevo orden mundial- o eres un apestado ultra que ha osado discrepar de los postulados impuestos por la ONU y el lobby “transformador”. Pretenden “alumbrar” una nueva sociedad a su imagen y semejanza. Continuar leyendo «Una radical coherencia»